Este miércoles, el jurado que evaluó el caso del magnate musical Sean ‘Diddy’ Combs lo absolvió de los cargos de asociación ilícita y tráfico sexual, aunque lo declaró culpable de trata de personas con fines sexuales. Tras un proceso que se extendió por siete semanas y más de dos días de deliberaciones, el portavoz del jurado comunicó al juez Arun Subramanian el veredicto, lo que representa una victoria para Combs, de 55 años, y su equipo legal.
Detalles del juicio
El jurado había alcanzado un acuerdo previo en cuatro de los cinco cargos que enfrentaba Combs, que incluían dos por tráfico sexual y otros dos por trata de personas con fines sexuales. Sin embargo, el veredicto sobre el cargo de asociación ilícita fue el más debatido, mostrando divisiones entre los miembros del jurado.
El juez Arun Subramanian expresó su reconocimiento al jurado, afirmando: “Quiero que sepan que es inspirador para todos nosotros. Ustedes escucharon, trabajaron juntos, estuvieron aquí todos los días, lloviera o hiciera sol. Lo hicieron sin ninguna recompensa, salvo la recompensa que supone responder a la llamada del servicio público. Eso debería darnos esperanza a todos”.
Acusaciones y cargos
El fundador de la discográfica Bad Boy Records fue acusado de liderar una organización criminal que forzaba a mujeres a participar en orgías sexuales con prostitutos, lo que podría haber conllevado una sentencia de cadena perpetua. La fiscalía también presentó cargos de tráfico sexual y trata de personas con fines de prostitución, que, aunque considerados menores, podrían resultar en penas de hasta 20 años de prisión, dado que cada uno de estos cargos conlleva un máximo de 10 años.
Desarrollo del juicio
El juicio de Combs incluyó testimonios que en ocasiones fueron perturbadores, así como una gran cantidad de evidencia que abarcó miles de páginas de registros telefónicos, financieros y audiovisuales. A lo largo del proceso, Combs se declaró inocente de todos los cargos y optó por no testificar, una estrategia de defensa común en el sistema judicial estadounidense. En este contexto, los abogados de Combs no estaban obligados a demostrar su inocencia, sino a generar dudas razonables entre los miembros del jurado respecto a las acusaciones presentadas por la fiscalía.