Vivian Wilson, hija de Elon Musk, ha generado controversia al declarar que actualmente enfrenta dificultades económicas y se encuentra en una situación de “quiebra”. A pesar de que su padre es reconocido como uno de los hombres más acaudalados del mundo, la joven de 21 años ha afirmado que no recibe apoyo financiero de él.
La vida de Vivian Wilson es notablemente modesta en comparación con la riqueza de su padre. Reside en un departamento en Los Ángeles, California, donde comparte el espacio con tres compañeros, ya que no puede cubrir los gastos de alquiler por su cuenta. En sus declaraciones, Wilson ha enfatizado que existe una percepción errónea sobre su situación financiera, aclarando que no posee una fortuna como muchos suponen. De hecho, ha manifestado que no tiene intenciones de acumular riqueza.
En sus propias palabras, Vivian ha expresado que su enfoque actual está en satisfacer sus necesidades básicas, que incluyen alimentos, alojamiento y otros gastos menores, además de mantener sus relaciones de amistad.
La relación de Vivian con su padre se ha deteriorado desde 2022, cuando solicitó formalmente su cambio de nombre y género. En ese momento, describió a Elon Musk como un “narcisista” con un “carácter explosivo”, afirmando que nunca recibió su apoyo en su proceso de transición.
A lo largo de su vida, Vivian tuvo acceso a una educación privada, donde tuvo la oportunidad de interactuar con otros hijos de celebridades en Estados Unidos. Durante su formación académica, aprendió varios idiomas, incluyendo coreano, japonés, chino y español.
Vivian Wilson ha indicado que actualmente no depende económicamente de su padre y que la atención mediática que ha recibido ha tenido efectos adversos, incluyendo comentarios negativos en las redes sociales.