El gobierno de Javier Milei enfrenta uno de los desafíos económicos más severos desde su llegada al poder, con una caída abrupta en la Bolsa argentina que acumula una pérdida cercana al 30% en 2025, clasificándola como la peor del mundo en rendimiento. A esto se le suma la fragilidad política tras la contundente derrota del partido oficialista La Libertad Avanza en las recientes elecciones de la provincia de Buenos Aires, un golpe para la estabilidad y confianza en su gestión.
La caída bursátil y su impacto
Prometiendo un «milagro económico» basado en la liberalización y la dolarización total, Milei ahora encabeza una economía en crisis. La Bolsa de Buenos Aires (S&P Merval) cayó abruptamente, mientras el riesgo país y el dólar alzan vuelo. Estos indicadores anticipan una fuerte desaceleración en el consumo y la actividad económica, con un panorama marcado por la incertidumbre y la pérdida de confianza tanto interna como en los mercados internacionales.
El giro hacia el FMI
En un cambio notable respecto a sus promesas, el gobierno de Milei ha entablado negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un préstamo de 20.000 millones de dólares, del cual ya se espera un primer desembolso de 15.000 millones en 2025. Esta alianza busca estabilizar la moneda, contener la inflación y aumentar las reservas del Banco Central, aunque contradice la posición inicial de rechazo tajante hacia el FMI que Milei mantenía durante su campaña.
Autopostulación al Nobel de Economía: promesas grandilocuentes frente a la crisis
Hasta hace poco, Javier Milei se autopostulaba como candidato al Premio Nobel de Economía, junto a su ministro de Economía, Demián Reidel. Durante un discurso en Praga en 2024, el presidente afirmó que estaban “reescribiendo gran parte de la teoría económica” y que “probablemente me den el Nobel junto a Demian”. Estas declaraciones, que generaron tanto elogios como críticas entre economistas, contrastan fuertemente con la crisis actual y la necesidad de depender del FMI para sostener la economía.
Escándalos y desgaste político
Sumado al deterioro económico y electoral, recientemente la hermana de Milei, Karina Milei, fue involucrada en un caso de corrupción relacionado con presuntos cobros ilegales de sobornos para la provisión de medicamentos a personas con discapacidad. Este escándalo ha afectado la imagen del mandatario y contribuido al creciente cansancio y desconfianza hacia su gestión, especialmente en un contexto donde más del 50% de los ciudadanos califican su desempeño como muy malo y con un rechazo cada vez mayor incluso dentro de su propio núcleo duro.
Contradicciones entre campaña y gestión
Las medidas actuales de Milei muestran claras contradicciones con sus promesas iniciales. La dolarización total fue reemplazada por una “dolarización endógena” y la política fiscal ha incluido incrementos impositivos en sectores claves, algo que el mandatario había descartado. Además, mientras prometía recortes drásticos en el gasto público y reducción del Estado, la crisis le impone mantener y aumentar subsidios y programas sociales para mitigar la caída del poder adquisitivo de la población.
Perspectivas bajo presión
Tras la derrota en las recientes elecciones bonaerenses y la crisis económica que atraviesa, la gestión Milei encara un escenario difícil, marcado por la pérdida de respaldo social y una economía estancada. La expectativa de un “milagro económico” se ve opacada por la dura realidad de un país en crisis y la necesidad urgente de acuerdos internacionales. Expertos advierten que el ajuste económico podría tornarse aún más desafiante si no se modifica el rumbo, mientras la llamada motosierra económica parece haberse atascado en sus primeras ramas.