Un hombre fue ejecutado tras torturar y asesinar a la hija de su pareja durante un “exorcismo” que duró 30 horas en Estados Unidos. Blaine Milam, de 35 años, fue declarado muerto a las 18:40 del jueves 25 de septiembre después de recibir una inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville, según reporta AP News. Milam fue condenado en 2010 por el asesinato de Amora Carson en diciembre de 2008, un crimen que tuvo lugar en su casa rodante en el condado de Rusk, Texas.
Antes de su ejecución, Milam expresó: “Si alguno de ustedes desea volver a verme, les imploro a todos, sin importar quiénes sean, que acepten a Jesucristo como su Señor y Salvador y nos volveremos a encontrar”. También añadió: “Los amo a todos. Llévame a casa, Jesús”.
El caso, que se remonta a 2008, ha sido objeto de atención durante 17 años. Milam siempre mantuvo su inocencia y acusó a su entonces novia, Jesseca Carson, de ser la responsable del crimen, alegando que ella había afirmado que la niña estaba poseída por un demonio. Carson, que en ese momento tenía 18 años, también enfrentó la justicia y fue juzgada por separado, siendo condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por su complicidad en el homicidio capital.
Los fiscales informaron que Milam sometió a la niña a un brutal ataque, golpeándola con un martillo, además de morderla, estrangularla y mutilarla durante un periodo de 30 horas. Un patólogo forense que realizó la autopsia de Amora encontró múltiples fracturas en el cráneo, así como en brazos, piernas y costillas, además de numerosas marcas de mordidas.
Durante el juicio, el experto forense declaró que no pudo determinar una causa específica de muerte debido a la cantidad de lesiones potencialmente mortales que presentaba la menor. Según los registros judiciales, Carson le dijo a los investigadores que su novio le había comentado que su hija estaba “poseída por un demonio” porque “Dios estaba cansado de que ella le mintiera”. Sin embargo, los expertos concluyeron que la afirmación del “exorcismo” era simplemente un intento de encubrir el crimen.