A los 95 años y rodeado por su familia, falleció este jueves el dramaturgo, pintor y realizador audiovisual Claudio Di Girolamo, figura clave del arte chileno del siglo XX. Su legado, vasto y profundo, abarca desde la escena teatral hasta las políticas públicas en cultura, dejando una huella imborrable en múltiples generaciones.
Nacido en Italia en 1929, llegó a Chile en 1948, apenas concluida la Segunda Guerra Mundial. Aquí encontró tierra fértil para desplegar su mirada artística, marcada por la experiencia europea y el compromiso con el humanismo. Pronto se transformó en un referente del teatro nacional, fundando el Teatro Ictus y Taller Teatro Dos, dos espacios fundamentales para el pensamiento crítico y la experimentación escénica.

Di Girolamo no solo fue un hombre de teatro. También dirigió programas en la televisión pública –como el emblemático Bellavista 0990 de TVN–, asumió el cargo de director ejecutivo de Canal 13 y se convirtió en el primer jefe de la División de Cultura del Ministerio de Educación, antecedente directo del actual Ministerio de las Culturas. Desde esa trinchera institucional, impulsó políticas que aún hoy marcan el desarrollo cultural en Chile.
Su versatilidad lo llevó a ejercer como escenógrafo, muralista, diseñador y asesor cultural, combinando la creación artística con la gestión y la reflexión. Esa amplitud fue reconocida oficialmente con la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda, entre otras distinciones.
«Una figura esencial para la cultura chilena», afirmaron desde el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Lamentamos profundamente el fallecimiento de Claudio Di Girolamo, figura esencial para la cultura chilena.
Artista plástico, director teatral, escenógrafo y realizador audiovisual, su trayectoria marcó diversas expresiones del arte nacional. pic.twitter.com/s57dgQDzU0
— Ministerio de las Culturas (@culturas_cl) May 22, 2025
Padre de la destacada actriz Claudia Di Girolamo, Claudio fue también un formador silencioso: su influencia atraviesa escuelas, escenarios, sets y oficinas, donde ayudó a modelar una concepción de cultura que entiende el arte como motor de sentido, comunidad y transformación.
Hoy, Chile despide a un artista total. Y con su muerte, se cierra una página fundamental de la historia cultural del país.