El caso de Dominique Pelicot ha conmocionado a Francia y al mundo entero, revelando una historia de abuso y traición familiar. Durante años, Pelicot drogó a su esposa, Gisele, para que fuera víctima de múltiples violaciones por parte de otros hombres, mientras él grababa los actos. A pesar de las atrocidades cometidas, Gisele logró, durante el proceso judicial, que “la vergüenza cambiara de bando”, convirtiéndose en un símbolo de lucha y resistencia para muchas personas. Sin embargo, en un giro reciente de los acontecimientos, su hija, Caroline Darian, ha expresado su dolor y decepción, acusando a su madre de haberla “abandonado” y de no reconocer que ella también fue víctima de su padre.
En una entrevista con The Telegraph, Caroline Darian compartió su angustia, afirmando: “Nunca podré perdonarla, nunca (…) ¿Sabes lo que mi madre me dijo varias veces en el patio durante el juicio? ‘Deja de hacer el ridículo (…)’ Mi madre me soltó la mano en esa sala. Me abandonó.” Darian se sintió como una “víctima olvidada” a lo largo del proceso judicial, a pesar de haber apoyado a su madre durante cuatro años. “Durante cuatro años acompañé a mi madre a todas partes. La apoyé sin juzgarla jamás. Y no siempre fue fácil porque no quería oír lo que contaba sobre Dominique. Pero en esa sala, se suponía que debía ayudarme”, explicó.
Caroline también recordó que su madre le había asegurado que Dominique “era incapaz de tal cosa”, a pesar de que Gisele había sufrido problemas ginecológicos misteriosos a lo largo de su vida. Además, se encontraron fotos perturbadoras que mostraban a Gisele inconsciente y con ropa interior que no era suya en un disco duro perteneciente a Dominique Pelicot.
Darian continuó expresando su frustración, señalando que su madre ha comenzado una nueva vida con una nueva pareja, quien estuvo presente durante el juicio. “Tiene a su nueva pareja y él estuvo presente durante el juicio. Ha comenzado una nueva vida, y lo respeto. Lo que no respeto es que no cumpliera su contrato conmigo. Eres madre hasta la muerte, sin importar las adversidades, pero ella no lo hizo”, afirmó.
La hija de Gisele también cuestionó el estatus de su madre como icono feminista, planteando la difícil situación de los hijos de una familia desintegrada. “Mi madre se convirtió en un icono. Mientras tanto, nosotros estábamos allí, de vuelta en la tierra, con todas estas preguntas sin respuesta, y estamos heridos. Estamos solos. Es la verdad, pero la gente no tiene ni idea (…) Ya no tenemos padre ni madre”, confesó Caroline.
Finalmente, Caroline Darian reflexionó: “Lo que intento decir es que mi madre no es un icono, no para mí”. A pesar de la distancia emocional que ha surgido entre madre e hija, Caroline no cierra la puerta a una posible reconciliación en el futuro, esperando que su madre, algún día, “mire hacia atrás” y reconozca su dolor.