El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, abordó la relación con Cristina Kirchner y las tensiones internas dentro del peronismo. En sus declaraciones, Kicillof afirmó que “todos los sectores que parecían estar peleadísimos, están reseteándose”. Además, destacó que el acuerdo actual implica “poner pausa sobre cualquier discusión” interna en vista de los próximos comicios, subrayando que “los puntos de diferencia son infinitamente menores que los que existen con Milei y Macri”.
Kicillof mencionó que han estado en conversaciones para el cierre de listas y que actualmente están enfocados en la campaña electoral. En este contexto, hizo referencia a un acto de trabajadores de la salud y enfatizó que todos están muy concentrados en ganar en septiembre y octubre. “Acordamos hacer una boleta de Fuerza Patria que sea lo más amplia posible”, indicó durante una entrevista en Radio Vos.
Al ser consultado sobre su vínculo con la expresidenta, Kicillof comentó: “Conversé sobre el cierre, estoy con sectores como Sergio y Juan, estuve ayer. Todos reseteándonos. Venimos de una derrota electoral. Está bien que haya discusiones, cuanto más productivas sean puertas adentro, mejor. Ahora pongamos las diferencias con Macri.”
El mandatario también criticó al actual presidente, Javier Milei, afirmando que “lo criminaliza la industria nacional, es difícil remontar después”. Kicillof recordó que cuando ellos estaban en el gobierno, se les exigía pagar la deuda que había tomado Macri y Milei, y que ahora deben rearmar el tejido industrial, mientras que los científicos son expulsados. “Se cayó el jarrón y hay que pegarlo”, expresó.
Relató anécdotas de empresarios, como la de un textil que le dijo: “Ustedes hacían todo mal y a mí me iba recontra bien. Hace tiempo que va al culo”. Kicillof respondió que debía revisar los manuales sobre qué es la política económica. También compartió un episodio con una metalúrgica: “Me dijeron: ‘Con ustedes llevaban al cielo a patadas. Estos están llevando al infierno a palmaditas’. Yo no soy maltratador, pero pedía que invirtieran más. Les parecía que metía negocio. Preferían palmaditas aunque estaban fundiendo”.
En este marco, Kicillof marcó diferencias con el oficialismo nacional, señalando que “hoy Trump pone aranceles para proteger a los estadounidenses. Antes ser proteccionista era una mala palabra. Se aplica un plan neoliberal en otra época, fuera de tiempo. Es un corso contramano. Ya es malo por sí, este tiempo es un papelón”.
Describió la situación social en la provincia, indicando que “en hospitales, el 65% de la gente puede acceder a medicamentos, ni obra social ni consulta”. Los intendentes reciben cada vez más pedidos de trabajo, y hay problemas con changas, trabajo formal y emprendimientos. “Empieza a haber lío en la cadena de pago, tarjetas, crédito. La culpa es de Toto Caputo, esa manga de irresponsables”, remarcó.
Kicillof destacó que gobierna “una provincia compleja” y que el programa impacta en todo el territorio: “Milei quiere exportar crudo en lugar de refinarlo aquí. La salud pública y la educación pública son esenciales. Si destruye el Estado, quedamos sin abrir universidades, escuelas, rutas, obras de agua y cloacas. Todo eso lo hacemos solos”. En cuanto a la militancia, concluyó: “La militancia está enchufada, trabajando. Nos piden que hagamos un esfuerzo para que el peronismo sea una alternativa. Estamos haciendo.”
