En La Pintana, un 15% de la población se identifica como mapuche, eso según el Censo de 2017, reflejando una importante densidad en la comunidad. Este dato cobra especial relevancia de cara a la celebración del Día de los Patrimonios, donde el Centro Ceremonial Mapuche de la comuna se prepara para recibir a cientos de personas en una jornada que promete tradiciones ancestrales y muestras culturales.
Maritza Valeria Quilapan, coordinadora del Programa de Pueblos Originarios de La Pintana y antropóloga social, nos cuenta que esperan una gran asistencia al Centro Ceremonial durante el Día de los Patrimonios. “Esperamos entre 400 y 500 personas”, asegura.
El itinerario incluye una rogativa este sábado 24 de Mayo a las 9 de la mañana, el ancestral juego del palín y una visita guiada a la ruka, que se transforma en un museo abierto.
Ingrid Paniqueo Huenufil, presidenta de la Asociación indígena Inchiñ Mapu y miembro de la Mesa de Mujeres Mapuche Autoconvocadas de La Pintana, comentó con El Ciudadano que “no solamente es en la fiesta del patrimonio, sino que durante todo el año nosotros recibimos delegaciones, estudiantes, autoridades extranjeras”.
El rol de la Oficina de Pueblos Originarios de La Pintana ha sido clave para la conformación de estos espacios y su apoyo se ve reflejado en la participación de mapuches en diversos programas sociales de la comuna, demostrando una integración y reconocimiento que, para Quilapan, es fundamental para la visibilización de la cosmovisión mapuche como patrimonio cultural.
¿Qué es considerado patrimonio cultural para el pueblo mapuche?
Maritza Quilapan considera que la cosmovisión mapuche «evidentemente que debe ser visibilizado como patrimonio cultural», dado que son un pueblo ancestral con tradiciones vivas.
Ingrid Paniqueo, por su parte, plantea que es crucial resguardar la cosmovisión, sugiere que “el mismo pueblo en sí es un patrimonio», esto debido a su resiliencia y resistencia.
En cuanto al apoyo del municipio de La Pintana, ambas coinciden enfáticamente en su contribución a la visibilización y el valor de la cultura mapuche. Maritza Quilapan subraya que de aquí han surgido «dirigentes que son muy antiguos, que llevan la cultura» y que la comuna ha sido un acompañante para el reconocimiento de la identidad indígena urbana. Ingrid Paniqueo, en tanto, considera que dicho distrito al sur de Santiago “fue pionero en reconocer a la población mapuche que existía acá en la comuna», destacando la creación de la primera Oficina de Asuntos Indígenas.
Al analizar la relación del Estado con el pueblo mapuche, Maritza es contundente al afirmar que la institucionalidad está en deuda con el pueblo Mapuche y que su accionar ha sido más en términos de «asistencialismo» que un reconocimiento genuino a sus derechos. Ingrid Paniqueo refuerza esta crítica, señalando que se encuentran en una constante protesta exigiendo el reconocimiento como pueblo-nación.
Pese a que aún hay mucho que avanzar para establecer una relación óptima, La Pintana al tener una importante población indígena ha desarrollado iniciativas pioneras como la Oficina de Pueblos Originarios, instancia que se presenta así como el modelo de una entidad local que puede suplir las carencias y deudas históricas del Estado en la visibilización y el fomento de la cultura mapuche.
Ivette Barrios
El Ciudadano