Una alpinista rusa, Natalia Nagovitsyna, se encuentra en una situación crítica tras sufrir un accidente en las montañas de Kirguistán el pasado 12 de agosto, donde se rompió la pierna y quedó atrapada en una zona de difícil acceso. Las condiciones climáticas extremas, con temperaturas que pueden descender hasta los 30 grados bajo cero durante la noche, han llevado a los expertos y equipos de rescate a concluir que es imposible que la deportista esté con vida. A pesar de los llamados de su familia para que se continúen las operaciones de búsqueda, las autoridades han decidido suspender los esfuerzos de rescate. El hijo de Nagovitsyna ha manifestado su creencia de que su madre podría estar viva, apoyándose en imágenes obtenidas por un dron que, según él, corroborarían su teoría. Sin embargo, las autoridades han mantenido su postura, afirmando que no hay indicios de vida en la zona donde se encuentra la alpinista. En un comunicado, la agencia oficial declaró: “Según el análisis de los datos obtenidos y teniendo en cuenta una combinación de factores, especialmente las condiciones climáticas extremas y las especificidades de la zona, no se ha detectado ninguna señal de vida en el lugar en el que se halla Natalia Nagovitsyna”. La situación se complica aún más al considerar que, tras el accidente de Nagovitsyna, un alpinista italiano, Luca Sinigaglia, perdió la vida el 15 de agosto mientras intentaba rescatarla. Alpinistas locales han indicado que no se ha realizado ningún rescate exitoso a una altitud similar en esa montaña, lo que subraya la dificultad de la operación y la gravedad de la situación. Las autoridades continúan insistiendo en que no hay posibilidades de que Natalia Nagovitsyna haya sobrevivido a las adversas condiciones en las que se encuentra, lo que podría llevar a catalogar esta situación como una tragedia doble.